miércoles, 1 de julio de 2020

San Otón Obispo Apóstol de Pomerania (1062-1139)

DIA 2 DE JULIO


Fue San Otón natural de Mistelbach de Franconia. Allí nació, por los años de 1062, de padres nobles, pero pobres en bienes terrenales.

Desde jovencito se dio al estudio de las letras humanas y llevaba ya algunos años de grande aprovechamiento, cuando, casi a un tiempo, se le murieron los padres, con lo que se tornó más apurada su situación.

Para no incómodar a su hermano mayor, pasó a Polonia, que por entonces carecía de maestros, y puso escuela, a la que en breve acudieron muchísimos alumnos. Con su ciencia, piedad y finos modales se ganó muy presto la confianza de los principales señores de Polonia, los cuales no sólo se hicieron amigos de Otón, sino que a menudo ponían en sus manos muy enmarañados pleitos para que él los compusiera. Creció tanto su fama, que el duque Boleslao II le nombró su capellán; y habiendo muerto su primera mujer, eligió al Santo para que fuese a pedir para él la mano de Judit, hermana de Enrique IV de Alemania.

El negocio salió admirablemente, pero el duque perdió en él a su prudente y sabio consejero; porque el emperador, prendado del embajador de Boleslao lo retuvo en su corte. Y Otón, que dejara su patria, pobre y casi desconocido, volvió a ella como personaje importante y calificado. Su principal oficio fue por entonces, rezar salmos a coro con el emperador.

Quedo vacante el cargo de canciller, y el emperador, no hallando persona más capaz que su capellán para desempeñarlo cumplidamente, le nombró canciller del imperio. El Santo ejerció tan importante empleo por espacio de algunos años con celo y acierto tales, que nunca prosperaron tanto los negocios de palacio como en el tiempo en que los administró San Otón. Quiso el emperador premiarle dándole un obispado, aun a costa de los intereses del imperio que perdería a tan sabio ministro, pero el Santo no aceptó aquella dignidad. No llegaba a entender Enrique IV cómo un varón tan virtuoso y prudente rehusaba el obispado, siendo así que eran muchos los que con intrigas y amaños lo solicitaban. Ignoraba que su canciller tenía corazón muy noble para allanarse a tamaña bajeza.

Sabía Otón que el poder de distribuir beneficios y obispados, lo había usurpado el emperador a la Iglesia, y temía manchar su alma con el crimen de corrupción, si aceptaba la propuesta de su señor.

OBISPO DE BAMBERG. — FIDELIDAD AL PAPA

El año 1102 quedó vacante el obispado de Bamberg. Otra vez propuso el emperador a su canciller que aceptase el ser obispo. El santo varón que tan obstinadamente había hasta entonces rehusado tal dignidad, la aceptó ahora para evitar que en la silla de Bamberg se sentasen hombres indignos. Hizo más, pasar por alto en recibir de manos del impío emperador el anillo y el báculo pastoral, aunque con propósito de permanecer fiel de corazón a la Iglesia, y haciendo voto de no aceptar la consagración episcopal hasta tanto que el Sumo Pontífice ratificase aquella elección.

SEGUNDA MISIÓN. — MUERTE DEL SANTO

El  año de 1128, con la bendición del papa Honorio II y el beneplácito del rey Lotario, Otón dejó nuevamente a Bamberg y partió para Pomerania, donde la idolatría amenazaba desvanecer totalmente las halagüeñas esperanzas concebidas en los principios de la misión. Se Detuvo primero en Stettín, donde halló muy divididos a los habitantes: unos perseveraban firmes en la fe, pero los más habían vuelto al paganismo. Los sacerdotes de los ídolos amotinaron a los apóstatas que, como fieras, asaltaron a gritos la casa del obispo, dando mueras al apóstol.

San Otón, ansioso de ser mártir de la fe, vistiese de pontifical, mandó alzar la cruz, y entonando himnos y salmos, salió procesionalmente con su clero para encomendar al Señor aquel postrer combate. Maravillados los bárbaros al ver el buen temple de aquellos hombres que aun estando a punto de morir tenían humor para cantar, empezaron a amansarse un tanto. Pero al ver llegar al sumo sacerdote de los ídolos que había mandado matar al Santo los apóstatas enristraron sus lanzas para atravesar con ellas al misionero. ¡Oh maravilla! Los brazos de aquellos desdichados se paralizaron de repente y permanecieron rígidos y como petrificados.

El Santo se movió a compasión y con sólo bendecirlos sanándolos a todos. Al ver tan grande prodigio, pidieron perdón al Santo y lloraron sus pasados yerros.

San Otón pasó después a la ciudad de Vollín, cuyos habitantes recibieron humildemente sus amonestaciones; y dejando en Pomerania algunos sacerdotes, volvió a Bamberg, donde murió a 30 de junio de 1139.

Canonizado por Clemente III en 1189, celébrese su fiesta el 2 de julio.

suscribete a mi canal



No hay comentarios:

Publicar un comentario

San Eugenio Obispo de Cartago, y sus quinientos compañeros mártires (t hacia 505)

DÍA 13 DE JULIO Por la muerte del obispo San Deogracias, acaecida en 457, la Iglesia de Cartago quedo huérfana de Pastor durante más de ci...